Actualmente están en desarrollo cerca de 30 proyectos en diversas fases de construcción, que cambiarán su fisonomía y la movilidad en la zona.
Miles de personas más llegarán a laborar a este corredor que presenta vialidad congestionada casi a cualquier hora y cuyo único modo de transporte masivo es la Línea 1 del Metrobús.
En un recorrido se encontraron 28 proyectos en construcción, en diversas etapas, que van desde la demolición de inmuebles, la excavación, la cimentación o la franca construcción, además de media docena de predios tapiados y a la espera de iniciar algún proyecto.
Se trata de edificios de usos mixtos o habitacionales, que inician en la Glorieta del Metro Insurgentes, con la Torre Glorieta (28 pisos aún en proceso de ocupación) y culminan en San Ángel con la Torre Aleph, en proceso de construcción y que contará con 25 pisos de elevación.
Destaca la media docena de proyectos que hay en torno al World Trade Center, los ocho que hay en la zona de Guadalupe Inn y el furor que hay entre el Parque Hundido y el conjunto dominado por la Torre Manacar, en el cruce con Circuito Interior.
Las obras se realizan en terrenos tan pequeñas como un predio estrecho en la zona de Guadalupe Inn, o la demolición de media manzana en Oso, corporativos que anuncian más de 40 mil metros cuadrados de construcción total en una veintena de pisos, o edificios de la década de los 50 en remodelación para albergar viviendas de lujo en el cruce con Aguascalientes.
Se suma el desmantelamiento de la Comercial Mexicana de Perpetua, que junto con su estacionamiento, se convierten en un envidiable terreno de más de una hectárea; o la esquina con Álvaro Obregón, en el epicentro de las colonias Roma y Condesa, que tendrá un desarrollo de 21 pisos que rebasa a cualquiera del entorno.
Mario Alberto Rodríguez, integrante del Comité Vecinal Roma 3, señala que: “es preferible que se urbanice una vialidad como Insurgentes Sur, a que esas inversiones se desarrollen al interior de la colonia, agravando su movilidad, abasto de agua y servicios urbanos y comprometiendo la conservación de su patrimonio arquitectónico”.
El problema subyace, recalcó el representante vecinal, en que se han autorizado indebidamente las alturas de los edificios que hay sobre la avenida.
“Por ejemplo, en el programa delegacional de Cuauhtémoc de 2008 existen definidas las normas de vialidad sobre Insurgentes, de Yucatán a Reforma, donde se tiene una norma de vialidad de 12 niveles, sin embargo, ésta puede cambiar si tienes un ‘polígono de actuación’ como es el caso de Álvaro Obregón e Insurgentes, que será de 21 niveles”, explicó Rodríguez.
En este caso, además, se suma la transferencia de potencialidad (cuando se tienen dos terrenos y se edifica en uno, transfiriendo la potencialidad de crecimiento de uno a otro), pues el predio contiguo no se desarrollará.
“Otro muy grave es Querétaro 240, donde de un uso de Suelo H-4 (Habitacional, con cuatro niveles) Seduvi le otorgó un H-12 mediante un ‘polígono de actuación’”, explicó el representante vecinal.
Es a través de esos instrumentos legales, de transferencia de potencialidad y polígonos de actuación que Insurgentes Sur se ha sembrado de construcciones con contadas excepciones en zonas como Chimalistac, La Condesa o La Florida, por contar con programas parciales que les otorgan cierta protección."
El resto de la avenida es terreno sujeto a la habilidad y conocimiento de los abogados de los desarrolladores para encontrar el mecanismo legal que les permita obtener la autorización de más pisos, y a la capacidad de la autoridad para vigilar que todas las construcciones respeten sus permisos o licencias, y evitar que rebasen aquello que tienen autorizado.
También entran en juego las leyes de la oferta y la demanda. Beatriz Gamboa Lago, recién nombrada presidenta de la Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarios, destacó que la demanda de vivienda en la Ciudad de México “es increíble”.
“Lo más extraordinario es que desarrollo que se pone en venta (pese a su alto costo), desarrollo que se vende”, dijo.
El presidente de Morena en la ciudad, Martí Batres, plantea que en la capital del país se está gestando un boom inmobiliario debido a que una vez que entre en vigor la Constitución de la CDMX las reglas del juego cambiarán.
“Tienen prisa por invertir antes de que ganemos la ciudad”, dijo Batres.
Además, el nuevo Programa General de Desarrollo Urbano será modificado por la Asamblea Legislativa, preparando el camino para los nuevos Programas Delegaciones y Programas Parciales de Desarrollo, que plantearán nuevos usos de suelo que podrían no permitir elevaciones como las que se edifican actualmente.
El transporte no creció
Una vez más, lo único que no cambia es el transporte público, que quedó rezagado desde que inició este boom inmobiliario en Insurgentes.
Alejandro García Lara, arquitecto y catedrático del Tecnológico de Monterrey y de la Universidad Iberoamericana llena hojas de un cuaderno explicando cómo se construyó un sistema de transporte, la Línea 1 del Metrobús, que siendo una buena idea fue rebasada casi de inmediato por la demanda de los pasajeros.
El colapso vial y del Metrobús ya existía mientras se autorizaban las nuevas construcciones, estableció el también integrante del Consejo de Desarrollo Urbano Sustentable (Conduse).
“No colapsó (con las construcciones actuales), ya estaba, postergaron la decisión de qué hacer”, insistió García.
La estación Insurgentes del Metro, que es uno de los ejes del actual desarrollo inmobiliario, también incrementará su aforo.
De acuerdo con estimaciones de la empresa paraestatal ProCDMX, en Insurgentes se incrementarán 21 por ciento las salidas (arribos) de pasajeros por la mañana, y los ingresos por la tarde y noche se incrementarán 27 por ciento.
César es uno de los miles de trabajadores que labora en la zona del World Trade Center, en la colonia Nápoles. Su única salida en transporte público para ir al norte es el Metrobús de la Línea 1. Llegar en las mañanas desde la zona de La Villa le lleva al menos hora y media.
Rafael Guarneros, vecino de la colonia Hipódromo y fundador de la Asociación de Residentes de esa colonia, también labora en la Nápoles; explica que cada noche cientos de personas hacen ese trayecto a pie, pues es imposible abordar el Metrobús.
“Son entre 50 y 100 personas por minuto las que veo caminar desde mi oficina hacia el metro Chilpancingo, todo porque el Metrobús está colapsado.
Veracruz a Insurgentes
Es con la creación de las actuales colonias Juárez, Tabacalera, San Rafael, Santa María La Ribera que se conformó una avenida que sustituyó al Nuevo Camino a San Cosme, creado en 1857.
Efímeramente fue conocida como Vía del Centenario y posteriormente, como parte de la nomenclatura de la colonia Roma, fue bautizada como Veracruz.
En la década de los 40, fue nombrada Avenida del Ejército Insurgente, y finalmente el uso popular dejó el nombre sólo en Avenida Insurgentes.
Con la adición de varios tramos de avenida, la aparición de Tlatelolco, la construcción de las carreteras federales a Cuernavaca y Pachuca que se unieron a Insurgentes, se conformó la actual avenida que se considera como la más larga del país.
Fuente: Excelsior